martes, 15 de octubre de 2013

PETRARCA selección de poemas "Canzoniere"

PETRARCA selección de poemas  Canzoniere




  1. CXVIII

Queda detrás el año dieciséis
de mis suspiros, y adelante sigo
hacia el final, creyendo que hace poco
estuviese al principio de mis penas.

Lo amargo es dulce, y útil es mi daño,
y cansado el vivir; mas le suplico
que venza a mi Infortunio, y temo que antes
Muerte cierre los ojos que yo elogio.

Estoy aquí, y estarlo no quisiera;
y más querer querría, y más no quiero;
y hago por no poder cuanto yo puedo

y de viejos deseos nuevos llantos
dan prueba de que soy el que solía,
y que por mil revueltas no he cambiado.



2               2. Soneto CXXXIII


Amor m'à posto come segno a strale,
come al sol neve, come cera al foco,
et come nebbia al vento; et son già roco,
donna, mercé chiamando, et voi non cale.

Dagli occhi vostri uscío 'l colpo mortale,
contra cui non mi val tempo né loco;
da voi sola procede, et parvi un gioco,
il sole e 'l foco e 'l vento ond'io son tale.

I pensier' son saette, e 'l viso un sole,
e 'l desir foco: e 'nseme con quest'arme
mi punge Amor, m'abbaglia et mi distrugge;

et l'angelico canto et le parole,
col dolce spirto ond'io non posso aitarme,
son l'aura inanzi a cui mia vita fugge.


Amor me ha puesto como blanco a flecha,
como al sol nieve, como cera al fuego,
y como niebla al viento; y ya estoy ronco
de pediros piedad, sin que os importe.

Salió el golpe mortal de vuestros ojos,
contra el que nada vale tiempo o sitio;
parece un juego, mas de vos proceden
el fuego, el sol y el viento en que me encuentro
.

El pensamiento es flecha, sol el rostro,
fuego el deseo; así con estas armas
me hiere Amor, me ciega y me deshace;

y el canto angelical y las palabras,
y el dulce aliento donde no me salvo
son el aura y ante ella huye mi vida.




          3. Soneto CXXXIV


Pace non trovo, et non ò da far guerra;
e temo, et spero; et ardo, et son un ghiaccio;
et volo sopra 'l celo, et giaccio in terra;
et nulla stringo, et tutto 'l mondo abbraccio.


Tal m'à in pregion, che non m'apre né serra,
né per suo me riten né scioglie il laccio;
et non m'ancide Amore, et non mi sferra,
né mi vuol vivo, né mi trae d'impaccio.

Veggio senza occhi, et non ò lingua et grido;
et bramo di perir, et cheggio aita;
et ò in odio me stesso, et amo altrui.

Pascomi di dolor, piangendo rido;
egualmente mi spiace morte et vita:
in questo stato son, donna, per voi.


No encuentro paz, y combatir no puedo;
y espero, y temo; y ardo, y hielo soy;
y vuelo sobre el cielo, y yazgo en tierra;
y todo el mundo abrazo, y nada aprieto.

Alguien me tiene preso, y no me abre,
ni cierra, ni me deja, ni retiene;
y no me mata Amor, y no me libra,
y ni me quiere vivo, ni molesta.

Sin ojos veo, y sin lengua grito;
y ansío perecer, y pido ayuda;
y a mí mismo me odio, y amo a otro.

Nútrome de dolor, llorando río;
tanto morir como vivir me hastía:
por vos, señora, en tal estado estoy.




Compara con este soneto de Petrarca con el de Lope de Vega

Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso:

no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;

huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor suave,
olvidar el provecho, amar el daño;

creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño:
esto es amor; quien lo probó lo sabe.



  1. CL
¿Qué haces, alma?, ¿qué piensas?, ¿estaremos
en paz, en tregua, o en perpetua guerra?
No sé lo que ha de ser; pero presiento
que el mal nuestro a sus ojos no les gusta.

¿Y qué, pues, si nos vuelve con sus ojos
hielo en verano, y fuego en el invierno?
Ella no, sino aquel que los gobierna.
¿Y qué a nosotros, si lo ve y se calla?

Calla la lengua a veces, y en voz alta
se queja el corazón, que no parece
llorar donde los otros no lo vean.

Mas con todo la mente no se aquieta,
rompiendo el duelo que se encierra en ella,
que no cree en la esperanza el desgraciado.


  1. CLXIV
Ahora que callan cielo, tierra y vientos,
y reposan los pájaros y fieras,
y en su carro estrellado va la noche,
y en su lecho sin ondas el mar yace,

velo, pienso, ardo, lloro y quien me hiere
delante siempre va para mi daño;
en guerra estoy, con ira y dolor dentro,
y solo encuentro paz pensando en ella.

Y solo de una fuente viva y clara
mana lo amargo y dulce que me nutre,
y una mano me sana y me lastima;

y ya por que mi mal no se termine,
mil y mil veces muero y nazco al día,
tanto de mi salud me encuentro lejos.



  1. CCC
¡Cuánta envidia te tengo, tierra avara,
cubriendo a aquella que mirar no puedo,
y quitándome el aire de su rostro
donde hallaron la paz todas mis guerras!

¡Cuánta le tengo al cielo que recluye
y tan ávidamente ha recogido
el espíritu libre de los miembros,
cuando abierto está apenas a los otros!

¡Cuánta envidia a las almas que ahora tienen
la suerte de su santa compañía
que con tantos anhelos he buscado!

¡Cuánta a la despiadada y dura Muerte,
que, apagando mi vida con aquella,
está en sus bellos ojos sin llamarme!


martes, 8 de octubre de 2013

El Decamerón X, 10 fragmento

   Poco tiempo después, habiéndole dicho a su esposa con palabras genéricas que sus súbditos no podían soportar esa niña nacida de ella, dando instrucciones a un siervo suyo, se lo envió, y éste con rostro muy afligido le dijo:
-          Mi señora, si no quiero morir debo hacer lo que mi señor me ordena. Me ha ordenado que tome a esta hija vuestra y que... -y no dijo más.
   La señora, al oír estas palabras y ver el rostro del siervo, como se acordaba de las palabras que le habían dicho, comprendió que le había ordenado que la matase; por lo que tomándola en seguida de la cuna y besándola y bendiciéndola, aunque sintiese un gran dolor en el corazón, sin cambiar de expresión, la puso en brazos del criado y le dijo:
        -Ten, haz cumplidamente lo que tu señor y el mío te ha ordenado,  pero no  la dejes de modo que las bestias y los pájaros la devoren, salvo si él lo mandase.

   Tras tomar el siervo a la niña y hacerle saber a Gualtieri lo que la señora había dicho, asombrándose éste de su firmeza, le mandó con ella a Bolonia con una pariente suya, rogándole que, sin nunca decir de quién era hija, la criase con diligencia y la educase. 

lunes, 7 de octubre de 2013

La lírica del amor: El petrarquismo

 Renacimiento y Clasicismo.

La lírica del amor: el petrarquismo. Orígenes: la poesía trovadoresca y el “Dolce Stil Nuovo”. La innovacióndel Cancionero de Petrarca.


Como petrarquismo se conoce a la escuela poética que parte del italiano Francesco Petrarca (1304-1374). Las 366 composiciones amorosas de este autor escritas en lengua vulgar (italiano, no latín) y recopiladas en su famoso libro Cancionero sirvieron de ejemplo poético para la poesía amorosa universal durante los siglos XVI y XVII. El petrarquismo tuvo su origen en la lírica de dos tradiciones anteriores: la poesía trovadoresca y la del Dolce stil nuovo
                        La tradición trovadoresca. La poesía trovadoresca nació y se cultivó en la región de la Provenza, en el sureste francés, durante los siglos XII y XIII. Se extendió también por el norte de Italia y Cataluña. La escribían los trovadores, seglares cultos, nobles, incluso príncipes y reyes, que componían la letra y la música de sus textos por diversión. De esta tradición el petrarquismo tomó sobre todo el género de la cansó (canción), en el que el tema era el amor, un amor que respondía a unos modelos sociales típicamente alto-medievales: el poeta (vasallo) consideraba su amor como servicio a la dama (señor). Se trataba de un amor imposible porque el poeta pretendía a una dama inalcanzable tanto por estar casada como por pertenecer a un estamento social superior. Esta circunstancia imponía el tono contenido en la expresión de los sentimientos. Entre los poetas trovadorescos destacó François Villón (XII-XIII).
                        Il dolce stil nuovo. La lírica culta trovadoresca fue pronto superada en Italia por los representantes del Dolce stil nuovo. El nuevo estilo, que retrataba el declive feudal y con él el de la nobleza de sangre, eliminó la relación de vasallaje e incorporó la idea del amor como fuerza purificadora del alma y el motivo del poder beatificador de la amada y su influjo espiritual sobre el amante. La mujer es la donna angelicata, mensajera y compendio de lo divino y lo celestial. Entre los poetas de esta escuela, que se desarrolló a finales del siglo XIII, sobresale la figura de Dante Alighieri (1265-1321), a quien se debe la denominación de la escuela. El libro de la Divina Comedia, escrito por Dante entre 1306 y 1321 muestra entre otras muchas cosas el personaje de Beatriz, retrato de la amada del propio poeta hecho a la medida de la mujer stilnovista, como la Laura de Petrarca o incluso la Elisa de Garcilaso de la Vega en España. Todas poseen el aura angelical con que dota a las mujeres esta escuela. Este es un retrato de Laura:
                         
No era su caminar cosa mortal
sino de forma angélica; Y sonaba
su voz como no suena voz humana.
A un celestial espíritu miraba,
a un sol vivo; y si ya no fuese igual,
porque distienda el arco no me sana.

El Dolce stil nuovo recibió influencia de la llamada escuela siciliana, que le aportó el uso del endecasílabo, la mezcla de este con el heptasílabo y la exitosa estrofa del soneto.

La innovación del Cancionero petrarquista

Petrarca, además de recuperar y divulgar a los clásicos latinos, escribió literatura en latín y en italiano. En esta lengua están las composiciones de su Cancionero, escritas desde 1330 y desde ese momento en permanente reelaboración hasta el final de su vida.

Petrarca añade a esta tradición descrita arriba elementos radicalmente innovadores que tardarían aún un siglo en ser imitados, primero, en España y en Portugal, después en Francia y en Inglaterra. Los rasgos fundamentales de la poesía petrarquista son los siguientes:

·         El poeta se complace en el análisis pormenorizado del proceso amoroso y acentúa la idea del amor como conflicto íntimo, expresado en sentimientos contradictorios (pena/gozo; vida/muerte).
                         
Paz no encuentro, y no tengo armas de guerra;
temo y espero; ardiendo, estoy helado;
vuelo hasta el cielo, pero yazgo en tierra;
no estrecho nada, al mundo así abrazado.

• La poesía de Petrarca humaniza la figura de la amada: la describe físicamente, exalta su belleza y enaltece su virtud y perfección espiritual.

Oro el cabello, el rostro nieve ardiente,
cejas de ébano y ojos como estrellas.

La Naturaleza interviene en el devenir de la pasión amorosa del poeta, ya sea como reflejo, o como marco de su estado de ánimo.

Valle que de mis quejas hoy se llena,
río que con mi llanto amargo creces,
fieras silvestres, lindas aves, peces
a los que una, y la otra, orilla frena.

• Y, sobre todo, Petrarca acierta en el hallazgo de un tono de franqueza y confesión íntima desconocidos hasta entonces, y con el que el lector puede identificarse fácilmente.

No hay médula en mis huesos, sangre en fibra
que no hayan temblado cuando he ido
junto a la que en su peso suspendido
me tiene, y muerte y vida allí equilibra.

·         Entre el amor humano y el amor divino

El petrarquismo asimiló rápidamente elementos de la denominada filosofía neoplatónica, especialmente durante el siglo XVI al extenderse a otras literaturas europeas. Se explica así el hecho de que, a pesar de su sensualismo, la temática poética sea esencialmente espiritualista e idealista. Algunas de las ideas neoplatónicas que formarán parte del trasfondo ideológico del petrarquismo son:
                        El mundo material, como emanación de Dios que es, resulta un reflejo del .mundo divino.
                        El amor posee una fuerza purificadora, porque en la belleza de la amada se proyecta la Belleza espiritual y absoluta.

Las formas y temas petrarquistas pasaron a ser patrimonio común europeo a lo largo del Quinientos. Petrarca se convirtió en el primer clásico de la Edad Moderna y en el principal estímulo para la creación poética en las lenguas vulgares.

Renacimiento y Clasicismo: Contexto general.

TEMA 3  RENACIMIENTO Y CLASICISMO

3.1. Contexto general. Los cambios del mundo y la nueva visión del hombre.  
3.2. La lírica del amor. El petrarquismo. Orígenes: La poesía trovadoresca y el Dolce Stil Nuovo. La innovación del Cancionero de Petrarca.
3.3. La narración en prosa: Boccaccio.
3.4. Montaigne y el nacimiento del ensayo.

3.5. Teatro clásico europeo. El teatro isabelino en Inglaterra. Shakespeare y su influencia en el teatro universal. El teatro clásico francés.  

3.1. Contexto general. Los cambios del mundo y la nueva visión del hombre. 
 Conocemos como Renacimiento el periodo de la historia europea que comprende, sobre todo, el siglo XVI, aunque los límites cronológicos varían de un país a otro. Así, por ejemplo, en Italia muchos rasgos de este periodo ya están presentes en el siglo XIV, mientras que en Inglaterra, hasta bien entrado el XVI no se inicia.
 Es, ante todo, una nueva concepción del mundo, lo que supuso profundos cambios en  todos los ámbitos de la vida humana:

-En lo político, se debilita el sistema feudal en correspondencia con el fortalecimiento del  poder real y el consiguiente proceso de formación de los estados modernos.

-En lo económico, se afianza la burguesía como consecuencia del crecimiento de las
ciudades. Esto trae aparejado el crecimiento de actividades industriales y comerciales.

-En el ámbito científico se produce una auténtica revolución, fruto de la inquietud intelectual (estudio del cuerpo humano, descubriminto de la circulación de la sangre, estudios astronómicos de Copérnico y Galileo…).

-En lo religioso, cobran gran fuerza los movimientos religiosos reformadores, ávidos por  devolver a la Iglesia su pureza evangélica y por acabar con las prácticas escandalosas del  clero. Se propagan las herejías y la unidad de la Iglesia cristiana se deshace.

-El arte desarrolla una estética basada en el Neoplatonismo, revisión de la idea de que el mundo es bello porque refleja la belleza de Dios. Este amor a la belleza hace al hombre partícipe de la obra divina. La búsqueda de la belleza natural explica las características del arte renacentista: equilibrio, armonía, orden, claridad e idealización.

-Se amplían también las fronteras geográficas, es la época de los grandes descubrimientos, fruto de la inquietud del nuevo hombre y del desarrollo del comercio.

-Por último, como causa y consecuencia de todo lo anterior, estos cambios son paralelos al desarrollo del HUMANISMO, movimiento cultural originado en la Italia del XIV que refuerza el cambio de mentalidad al situar al hombre en una posición de dignidad y en un mundo que pretendía conocer y disfrutar. Rechaza el teocentrismo medieval por un antropocentrismo que, a su entender, sólo en la época clásica había conseguido convertirse en realidad. De ahí que los humanistas se apliquen a la tarea de recuperar y propagar a los autores clásicos, a los que toman como modelos. Paralelamente, se aboga por el aprendizaje del latín y el griego como manera directa de acceder a estos autores. A la vez que se propugna la dignificación de las lenguas vulgares. Para esta empresa es fundamental la invención de la imprenta en el siglo XV.