martes, 15 de octubre de 2013

PETRARCA selección de poemas "Canzoniere"

PETRARCA selección de poemas  Canzoniere




  1. CXVIII

Queda detrás el año dieciséis
de mis suspiros, y adelante sigo
hacia el final, creyendo que hace poco
estuviese al principio de mis penas.

Lo amargo es dulce, y útil es mi daño,
y cansado el vivir; mas le suplico
que venza a mi Infortunio, y temo que antes
Muerte cierre los ojos que yo elogio.

Estoy aquí, y estarlo no quisiera;
y más querer querría, y más no quiero;
y hago por no poder cuanto yo puedo

y de viejos deseos nuevos llantos
dan prueba de que soy el que solía,
y que por mil revueltas no he cambiado.



2               2. Soneto CXXXIII


Amor m'à posto come segno a strale,
come al sol neve, come cera al foco,
et come nebbia al vento; et son già roco,
donna, mercé chiamando, et voi non cale.

Dagli occhi vostri uscío 'l colpo mortale,
contra cui non mi val tempo né loco;
da voi sola procede, et parvi un gioco,
il sole e 'l foco e 'l vento ond'io son tale.

I pensier' son saette, e 'l viso un sole,
e 'l desir foco: e 'nseme con quest'arme
mi punge Amor, m'abbaglia et mi distrugge;

et l'angelico canto et le parole,
col dolce spirto ond'io non posso aitarme,
son l'aura inanzi a cui mia vita fugge.


Amor me ha puesto como blanco a flecha,
como al sol nieve, como cera al fuego,
y como niebla al viento; y ya estoy ronco
de pediros piedad, sin que os importe.

Salió el golpe mortal de vuestros ojos,
contra el que nada vale tiempo o sitio;
parece un juego, mas de vos proceden
el fuego, el sol y el viento en que me encuentro
.

El pensamiento es flecha, sol el rostro,
fuego el deseo; así con estas armas
me hiere Amor, me ciega y me deshace;

y el canto angelical y las palabras,
y el dulce aliento donde no me salvo
son el aura y ante ella huye mi vida.




          3. Soneto CXXXIV


Pace non trovo, et non ò da far guerra;
e temo, et spero; et ardo, et son un ghiaccio;
et volo sopra 'l celo, et giaccio in terra;
et nulla stringo, et tutto 'l mondo abbraccio.


Tal m'à in pregion, che non m'apre né serra,
né per suo me riten né scioglie il laccio;
et non m'ancide Amore, et non mi sferra,
né mi vuol vivo, né mi trae d'impaccio.

Veggio senza occhi, et non ò lingua et grido;
et bramo di perir, et cheggio aita;
et ò in odio me stesso, et amo altrui.

Pascomi di dolor, piangendo rido;
egualmente mi spiace morte et vita:
in questo stato son, donna, per voi.


No encuentro paz, y combatir no puedo;
y espero, y temo; y ardo, y hielo soy;
y vuelo sobre el cielo, y yazgo en tierra;
y todo el mundo abrazo, y nada aprieto.

Alguien me tiene preso, y no me abre,
ni cierra, ni me deja, ni retiene;
y no me mata Amor, y no me libra,
y ni me quiere vivo, ni molesta.

Sin ojos veo, y sin lengua grito;
y ansío perecer, y pido ayuda;
y a mí mismo me odio, y amo a otro.

Nútrome de dolor, llorando río;
tanto morir como vivir me hastía:
por vos, señora, en tal estado estoy.




Compara con este soneto de Petrarca con el de Lope de Vega

Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso:

no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;

huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor suave,
olvidar el provecho, amar el daño;

creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño:
esto es amor; quien lo probó lo sabe.



  1. CL
¿Qué haces, alma?, ¿qué piensas?, ¿estaremos
en paz, en tregua, o en perpetua guerra?
No sé lo que ha de ser; pero presiento
que el mal nuestro a sus ojos no les gusta.

¿Y qué, pues, si nos vuelve con sus ojos
hielo en verano, y fuego en el invierno?
Ella no, sino aquel que los gobierna.
¿Y qué a nosotros, si lo ve y se calla?

Calla la lengua a veces, y en voz alta
se queja el corazón, que no parece
llorar donde los otros no lo vean.

Mas con todo la mente no se aquieta,
rompiendo el duelo que se encierra en ella,
que no cree en la esperanza el desgraciado.


  1. CLXIV
Ahora que callan cielo, tierra y vientos,
y reposan los pájaros y fieras,
y en su carro estrellado va la noche,
y en su lecho sin ondas el mar yace,

velo, pienso, ardo, lloro y quien me hiere
delante siempre va para mi daño;
en guerra estoy, con ira y dolor dentro,
y solo encuentro paz pensando en ella.

Y solo de una fuente viva y clara
mana lo amargo y dulce que me nutre,
y una mano me sana y me lastima;

y ya por que mi mal no se termine,
mil y mil veces muero y nazco al día,
tanto de mi salud me encuentro lejos.



  1. CCC
¡Cuánta envidia te tengo, tierra avara,
cubriendo a aquella que mirar no puedo,
y quitándome el aire de su rostro
donde hallaron la paz todas mis guerras!

¡Cuánta le tengo al cielo que recluye
y tan ávidamente ha recogido
el espíritu libre de los miembros,
cuando abierto está apenas a los otros!

¡Cuánta envidia a las almas que ahora tienen
la suerte de su santa compañía
que con tantos anhelos he buscado!

¡Cuánta a la despiadada y dura Muerte,
que, apagando mi vida con aquella,
está en sus bellos ojos sin llamarme!


martes, 8 de octubre de 2013

El Decamerón X, 10 fragmento

   Poco tiempo después, habiéndole dicho a su esposa con palabras genéricas que sus súbditos no podían soportar esa niña nacida de ella, dando instrucciones a un siervo suyo, se lo envió, y éste con rostro muy afligido le dijo:
-          Mi señora, si no quiero morir debo hacer lo que mi señor me ordena. Me ha ordenado que tome a esta hija vuestra y que... -y no dijo más.
   La señora, al oír estas palabras y ver el rostro del siervo, como se acordaba de las palabras que le habían dicho, comprendió que le había ordenado que la matase; por lo que tomándola en seguida de la cuna y besándola y bendiciéndola, aunque sintiese un gran dolor en el corazón, sin cambiar de expresión, la puso en brazos del criado y le dijo:
        -Ten, haz cumplidamente lo que tu señor y el mío te ha ordenado,  pero no  la dejes de modo que las bestias y los pájaros la devoren, salvo si él lo mandase.

   Tras tomar el siervo a la niña y hacerle saber a Gualtieri lo que la señora había dicho, asombrándose éste de su firmeza, le mandó con ella a Bolonia con una pariente suya, rogándole que, sin nunca decir de quién era hija, la criase con diligencia y la educase. 

lunes, 7 de octubre de 2013

La lírica del amor: El petrarquismo

 Renacimiento y Clasicismo.

La lírica del amor: el petrarquismo. Orígenes: la poesía trovadoresca y el “Dolce Stil Nuovo”. La innovacióndel Cancionero de Petrarca.


Como petrarquismo se conoce a la escuela poética que parte del italiano Francesco Petrarca (1304-1374). Las 366 composiciones amorosas de este autor escritas en lengua vulgar (italiano, no latín) y recopiladas en su famoso libro Cancionero sirvieron de ejemplo poético para la poesía amorosa universal durante los siglos XVI y XVII. El petrarquismo tuvo su origen en la lírica de dos tradiciones anteriores: la poesía trovadoresca y la del Dolce stil nuovo
                        La tradición trovadoresca. La poesía trovadoresca nació y se cultivó en la región de la Provenza, en el sureste francés, durante los siglos XII y XIII. Se extendió también por el norte de Italia y Cataluña. La escribían los trovadores, seglares cultos, nobles, incluso príncipes y reyes, que componían la letra y la música de sus textos por diversión. De esta tradición el petrarquismo tomó sobre todo el género de la cansó (canción), en el que el tema era el amor, un amor que respondía a unos modelos sociales típicamente alto-medievales: el poeta (vasallo) consideraba su amor como servicio a la dama (señor). Se trataba de un amor imposible porque el poeta pretendía a una dama inalcanzable tanto por estar casada como por pertenecer a un estamento social superior. Esta circunstancia imponía el tono contenido en la expresión de los sentimientos. Entre los poetas trovadorescos destacó François Villón (XII-XIII).
                        Il dolce stil nuovo. La lírica culta trovadoresca fue pronto superada en Italia por los representantes del Dolce stil nuovo. El nuevo estilo, que retrataba el declive feudal y con él el de la nobleza de sangre, eliminó la relación de vasallaje e incorporó la idea del amor como fuerza purificadora del alma y el motivo del poder beatificador de la amada y su influjo espiritual sobre el amante. La mujer es la donna angelicata, mensajera y compendio de lo divino y lo celestial. Entre los poetas de esta escuela, que se desarrolló a finales del siglo XIII, sobresale la figura de Dante Alighieri (1265-1321), a quien se debe la denominación de la escuela. El libro de la Divina Comedia, escrito por Dante entre 1306 y 1321 muestra entre otras muchas cosas el personaje de Beatriz, retrato de la amada del propio poeta hecho a la medida de la mujer stilnovista, como la Laura de Petrarca o incluso la Elisa de Garcilaso de la Vega en España. Todas poseen el aura angelical con que dota a las mujeres esta escuela. Este es un retrato de Laura:
                         
No era su caminar cosa mortal
sino de forma angélica; Y sonaba
su voz como no suena voz humana.
A un celestial espíritu miraba,
a un sol vivo; y si ya no fuese igual,
porque distienda el arco no me sana.

El Dolce stil nuovo recibió influencia de la llamada escuela siciliana, que le aportó el uso del endecasílabo, la mezcla de este con el heptasílabo y la exitosa estrofa del soneto.

La innovación del Cancionero petrarquista

Petrarca, además de recuperar y divulgar a los clásicos latinos, escribió literatura en latín y en italiano. En esta lengua están las composiciones de su Cancionero, escritas desde 1330 y desde ese momento en permanente reelaboración hasta el final de su vida.

Petrarca añade a esta tradición descrita arriba elementos radicalmente innovadores que tardarían aún un siglo en ser imitados, primero, en España y en Portugal, después en Francia y en Inglaterra. Los rasgos fundamentales de la poesía petrarquista son los siguientes:

·         El poeta se complace en el análisis pormenorizado del proceso amoroso y acentúa la idea del amor como conflicto íntimo, expresado en sentimientos contradictorios (pena/gozo; vida/muerte).
                         
Paz no encuentro, y no tengo armas de guerra;
temo y espero; ardiendo, estoy helado;
vuelo hasta el cielo, pero yazgo en tierra;
no estrecho nada, al mundo así abrazado.

• La poesía de Petrarca humaniza la figura de la amada: la describe físicamente, exalta su belleza y enaltece su virtud y perfección espiritual.

Oro el cabello, el rostro nieve ardiente,
cejas de ébano y ojos como estrellas.

La Naturaleza interviene en el devenir de la pasión amorosa del poeta, ya sea como reflejo, o como marco de su estado de ánimo.

Valle que de mis quejas hoy se llena,
río que con mi llanto amargo creces,
fieras silvestres, lindas aves, peces
a los que una, y la otra, orilla frena.

• Y, sobre todo, Petrarca acierta en el hallazgo de un tono de franqueza y confesión íntima desconocidos hasta entonces, y con el que el lector puede identificarse fácilmente.

No hay médula en mis huesos, sangre en fibra
que no hayan temblado cuando he ido
junto a la que en su peso suspendido
me tiene, y muerte y vida allí equilibra.

·         Entre el amor humano y el amor divino

El petrarquismo asimiló rápidamente elementos de la denominada filosofía neoplatónica, especialmente durante el siglo XVI al extenderse a otras literaturas europeas. Se explica así el hecho de que, a pesar de su sensualismo, la temática poética sea esencialmente espiritualista e idealista. Algunas de las ideas neoplatónicas que formarán parte del trasfondo ideológico del petrarquismo son:
                        El mundo material, como emanación de Dios que es, resulta un reflejo del .mundo divino.
                        El amor posee una fuerza purificadora, porque en la belleza de la amada se proyecta la Belleza espiritual y absoluta.

Las formas y temas petrarquistas pasaron a ser patrimonio común europeo a lo largo del Quinientos. Petrarca se convirtió en el primer clásico de la Edad Moderna y en el principal estímulo para la creación poética en las lenguas vulgares.

Renacimiento y Clasicismo: Contexto general.

TEMA 3  RENACIMIENTO Y CLASICISMO

3.1. Contexto general. Los cambios del mundo y la nueva visión del hombre.  
3.2. La lírica del amor. El petrarquismo. Orígenes: La poesía trovadoresca y el Dolce Stil Nuovo. La innovación del Cancionero de Petrarca.
3.3. La narración en prosa: Boccaccio.
3.4. Montaigne y el nacimiento del ensayo.

3.5. Teatro clásico europeo. El teatro isabelino en Inglaterra. Shakespeare y su influencia en el teatro universal. El teatro clásico francés.  

3.1. Contexto general. Los cambios del mundo y la nueva visión del hombre. 
 Conocemos como Renacimiento el periodo de la historia europea que comprende, sobre todo, el siglo XVI, aunque los límites cronológicos varían de un país a otro. Así, por ejemplo, en Italia muchos rasgos de este periodo ya están presentes en el siglo XIV, mientras que en Inglaterra, hasta bien entrado el XVI no se inicia.
 Es, ante todo, una nueva concepción del mundo, lo que supuso profundos cambios en  todos los ámbitos de la vida humana:

-En lo político, se debilita el sistema feudal en correspondencia con el fortalecimiento del  poder real y el consiguiente proceso de formación de los estados modernos.

-En lo económico, se afianza la burguesía como consecuencia del crecimiento de las
ciudades. Esto trae aparejado el crecimiento de actividades industriales y comerciales.

-En el ámbito científico se produce una auténtica revolución, fruto de la inquietud intelectual (estudio del cuerpo humano, descubriminto de la circulación de la sangre, estudios astronómicos de Copérnico y Galileo…).

-En lo religioso, cobran gran fuerza los movimientos religiosos reformadores, ávidos por  devolver a la Iglesia su pureza evangélica y por acabar con las prácticas escandalosas del  clero. Se propagan las herejías y la unidad de la Iglesia cristiana se deshace.

-El arte desarrolla una estética basada en el Neoplatonismo, revisión de la idea de que el mundo es bello porque refleja la belleza de Dios. Este amor a la belleza hace al hombre partícipe de la obra divina. La búsqueda de la belleza natural explica las características del arte renacentista: equilibrio, armonía, orden, claridad e idealización.

-Se amplían también las fronteras geográficas, es la época de los grandes descubrimientos, fruto de la inquietud del nuevo hombre y del desarrollo del comercio.

-Por último, como causa y consecuencia de todo lo anterior, estos cambios son paralelos al desarrollo del HUMANISMO, movimiento cultural originado en la Italia del XIV que refuerza el cambio de mentalidad al situar al hombre en una posición de dignidad y en un mundo que pretendía conocer y disfrutar. Rechaza el teocentrismo medieval por un antropocentrismo que, a su entender, sólo en la época clásica había conseguido convertirse en realidad. De ahí que los humanistas se apliquen a la tarea de recuperar y propagar a los autores clásicos, a los que toman como modelos. Paralelamente, se aboga por el aprendizaje del latín y el griego como manera directa de acceder a estos autores. A la vez que se propugna la dignificación de las lenguas vulgares. Para esta empresa es fundamental la invención de la imprenta en el siglo XV.


martes, 1 de octubre de 2013

Decamerón: "El judío Melquisedec y el sultán Saldino..."

Jornada I, 3 Narradora Filomena

Decamerón: "El marqués de Sanluzzo y Griselda..."

Jornada X, 10. Narrador Dioneo

Decamerón: "Alibech se hace ermitaña..."

Jornada III, 10 Narrador Dioneo

Comentario del cuento de Boccaccio "Alibech se hace ermitaña, y el monje Rústico..."

Un comentario de Boccaccio "Alibech se hace ermitaña, y el monje Rústico le enseña a meter el diablo en el infierno..."


Pero mientras que entre el diablo de Rústico y el infierno de Alibech había, por el demasiado deseo y por el menor poder, esta cuestión, sucedió que hubo un fuego en Cafsa en el que en la propia casa ardió el padre de Alibech con cuantos hijos y demás familia tenía; por la cual cosa, Alibech, de todos sus bienes quedó heredera. Por lo que un joven llamado Neerbale, habiendo en magnificencias gastado todos sus haberes, oyendo que ésta estaba viva, poniéndose a buscarla y encontrándola antes de que el fisco se apropiase de los bienes que habían sido del padre, como de hombre muerto sin herederos, con gran placer de Rústico y contra la voluntad de ella, la volvió a llevar a Cafsa y la tomó por mujer, y con ella de su gran patrimonio fue heredero. Pero preguntándole las mujeres que en qué servía a Dios en el desierto, no habiéndose todavía Neerbale acostado con ella, repuso que le servía metiendo al diablo en el infierno y que Neerbale había cometido un gran pecado con haberla arrancado a tal servicio.
Las mujeres preguntaron:
-¿Cómo se mete al diablo en el infierno?
La joven, entre palabras y gestos, se lo mostró; de lo que tanto se rieron que todavía se ríen, y dijeron:
-No estés triste, hija, no, que eso también se hace bien aquí, Neerbale bien servirá contigo a Dios Nuestro Señor en eso.
Luego, diciéndoselo una a otra por toda la ciudad, hicieron famoso el dicho de que el más agradable servicio que a Dios pudiera hacerse era meter al diablo en el infierno; el cual dicho, pasado a este lado del mar, todavía se oye. Y por ello vosotras, jóvenes damas, que necesitáis la gracia de Dios, aprended a meter al diablo en el infierno, porque ello es cosa muy grata a Dios y agradable para las partes, y mucho bien puede nacer de ello y seguirse.


2.1 Exponga el contenido del fragmento y relaciónelo con la totalidad de la obra (puntuación máxima: 2 puntos). 

               El fragmento se corresponde con el final del décimo cuento de la tercera jornada del Decamerón, una ingenua muchacha de rica familia que se había retirado al desierto a servir al Dios de los cristianos. Allí, un monje, Rústico, le enseña a meter al diablo en el infierno, es decir, a gozar carnalmente de ella. La muchacha le coge tal afición que el monje trata de sosegarla. En ese momento, según nos cuenta el fragmento, su familia perece y un joven arruinado corre a rescatarla para quedarse con su herencia. La muchacha, aún inocente, explica a las otras mujeres en qué consistía meter el diablo en el infierno, y ellas la consuelan diciéndole que con su flamante esposo también servirá a Dios.
               El motivo de la mujer joven y fogosa que agota a su pretendiente ya ha aparecido en otros cuentos del Decamerón (II, 10, cómo un jurista viejo casó con joven moza), si bien en este caso se entrelazan tres historias como parte de la parodia contra la cultura de la penitencia que fomentaban en su época los dominicos y el caprichoso mundo del dinero en el que nadaba la Florencia que retrata Boccaccio. Así, se nos cuenta:
a)      La historia de una muchacha inocente engañada con habilidad en nombre de Dios.
b)      La historia de un anacoreta al que le llega la tentación y utiliza su inteligencia para no parecer un pecador.
c)      La historia del joven arruinado que aprovecha el incendio y la desgracia de una familia para adelantarse al fisco y cobrar, con la muchacha, la herencia de los padres desaparecidos.
Los tres personajes forman parte del mundo del Decamerón, la Florencia anterior a la peste, un mundo gobernado por el azar del dinero. Boccaccio retrata ese mundo hasta el punto de que se ha llamado al Decamerón “la epopeya del comerciante”, desde el inversor arriesgado, como este joven, a los múltiples prestamistas como Melquisedec. La propuesta de Boccaccio es una exaltación del sexo como instinto natural (por eso Rústico se deja llevar y a la muchacha le parece bien) y el entendimiento lúdico de la vida (por eso juega Rústico para llevarla a su terreno con la burla del infierno y la salvación) donde domina, sobre todo, la inteligencia (la de Rústico primero y la del joven Neerbale después).

2.2 Analice los aspectos formales del texto (puntuación máxima: 1 punto). 

Todos los cuentos del Decamerón destacan por su cuidada estructura. En este caso, el cuento plantea el siguiente desarrollo:
1.             La muchacha busca cómo servir a Dios.
2.      Un monje retirado en el desierto se sirve de ella.
3.      Otro joven con apuros de dinero la rescata.
El final del cuento, que corresponde con este fragmento, es una forma de in cauda venenum, recurso clásico para dar una última vuelta al argumento que vuelva a cuestionar todo lo anterior. Aquí, el héroe salva a quien no quería ser salvada, y no lo hace para salvar su honor sino para quedarse con su dinero.
La prosa está en consonancia con la constante mezcla de registros que dan brillantez a los cuentos del Decamerón:
1.                     La narración es muy escueta, propia de los cuentos populares:  “sucedió que hubo un fuego en Cafsa en el que en la propia casa ardió el padre de Alibech con cuantos hijos y demás familia tenía…”.
2.                     Pero, a renglón seguido, se nos narra la historia de Neerbale (“habiendo en magnificencias gastado todos sus haberes...”) con una sintaxis mucho más hipotáctica y culta. La mímesis o afán de verosimilitud la compone todo el campo semántico del dinero (fisco, herederos, patrimonio) e incluso el mismo estilo deescritura, de documento legal.
3.                     Y poco después, en el diálogo que la joven mantiene con las otras mujeres, Boccaccio usa un lenguaje cercano, cotidiano, verosímil, muy realista en la forma de expresarse.
               Estos tres registros (el legendario, el culto y el coloquial) se van ensamblando en cada cuento sin que se resienta el fluir general de la prosa y no caiga en el tono sermoneador del que precisamente se está burlando.
               Pero este cuento aporta un cuarto registro: el juego de palabras como elemento de comicidad. En realidad, todo se ha montado alrededor del equívoco (diablo/infierno), y da la sensación de que el autor ha rodeado la broma sexual de elementos narrativos accesorios (la peregrinación, el rescate, típicos de la novela griega) que a su vez le sirven para ahondar en la parodia.

2.3 Comente la producción literaria del autor con especial atención a la obra seleccionada (puntuación máxima: 2 puntos).

1. Obra anterior a El Decamerón.

               El Decamerón es la culminación de la carrera de Boccaccio, quien hasta entonces había ensayado casi todos los géneros narrativos clásicos. En La caza de Diana, narra el triunfo de Venus sobre Diana, usando el punto de vista de un ciervo que mira a unas muchachas y de pronto se convierte en apuesto muchacho. En Filostrato, utilizó su propio drama personal al contar los amores de Troilo y Criseida. En Filocolo, su primera novela en prosa, experimenta con la novela griega, la pastoril, la sentimental, el mito y el cuento maravilloso. Toda esta etapa la vivió en Nápoles, donde Boccaccio se educó en los albores del humanismo, entre impresionantes bibliotecas donde rescató del olvido textos de Apuleyo o Juvenal, y se aficionó a autores como Valerio Máximo.
               En una segunda etapa, de regreso a Florencia, de donde había tenido que marchar tras la bancarrota de su familia, escribe la Elegía di madonna Fiammetta, quizá la primera novela psicológica de nuestra literatura. Pánfilo se comporta con Fiammetta como Eneas con Dido. Pretexta ir a ver a su padre y ya no vuelve jamás.

2.  Estructura de El Decamerón.

               En el Decamerón, Boccaccio reúne todos los experimentos ensayados hasta entonces (incluido un estudio sobre las islas Canarias o una novela pastoril,Ameto, que será el modelo de La Arcadia de Sannazzaro) y los vuelca en una obra colosal de cien cuentos hábilmente engarzados en una novela marco, según una estructura que durante la Edad Media había llegado de Oriente en colecciones de cuentos. Pero Boccaccio racionaliza ese método, le confiere una estructura armónica, lo mezcla con registros diferentes, desde el cuento de larga tradición folklórica a la parodia de muchos géneros distintos: exempla para sermones, fabliaux eróticos, novela griega o bizantina, novela cortés, Dante, crónicas de florentinas, supersticiones populares, etc. Todo ello, por supuesto, sin olvidar a los clásicos. Un buen ejemplo es su relato, al comenzar el libro, de la peste de Florencia, que entronca con textos de Tucídides o Lucrecio en un motivo literario de arraigado prestigio, y que en el caso de Boccaccio también era un motivo real.
La estructura general del Decamerón es la siguiente:
1.      Al principio, en la 4ª jornada y en la Conclusión del autor, se nos insiste en que la obra está dirigida a las lectoras y que es un entretenimiento inteligente y lúcido donde manda la razón. El autor defiende el amor y lo erótico como algo natural y la vida social ciudadana como ejemplo de refinamiento y felicidad. En la conclusión, ataca la avaricia y la hipocresía y defiende las metáforas sexuales como algo cotidiano y en absoluto morboso.
2.      El autor pasa a relatar la peste que devastó Florencia en 1348. Después narra el encuentro de diez jóvenes (siete damas y tres muchachos) en la iglesia de Santa María Novella, que se retiran juntos a los alrededores de Florencia. Allí, cada día uno será el rey o la reina e impondrá el tema sobre el que cada uno deberá narrar un cuento.
3.      Así, cada uno de ellos, con una personalidad muy marcada, narra una historia. Esta está narrada por Diomeo, el más cómico e inconsciente, el que todo lo resuelve con burlas y no se atiene a los mandatos, quien recomienda a su auditorio (las siete mujeres que están reunidas con él en el jardín descrito al principio de la jornada) que aprendan a salvar su alma.
Todos los cuentos están encaminados a elogiar la inteligencia y el goce de la vida. Casi todos los personajes se ven obligados a urdir una artimaña para conseguir algo, y el éxito es la prueba de su inteligencia. Pero forma parte de esa misma sabiduría aceptar los goces terrenales con naturalidad y disfrutar al máximo de los dones de la naturaleza. En el fondo late el tema clásico del carpe diem, en unas circunstancias que invitaban a ello. La burla constante aleja de cualquier tentación morbosa. La sorpresa suele ser la ausencia de tragedia, la lógica natural con que se resuelven todos los conflictos. Las moralejas, en lugar de advertir de los peligros del pecado, son una invitación al disfrute de la vida.


martes, 24 de septiembre de 2013

BOCCACCIO: EL DECAMERÓN


                                                Pincha en la imagen para acceder a los cuentos.

lunes, 16 de septiembre de 2013

¿Por qué Filomena y Dioneo?

He elegido para este blog el nombre de dos de los narradores de los cuentos que tenéis que leer de El Decamerón de Giovanni Boccaccio: Filomena Dioneo

Currículo de Literatura Universal

PRUEBA DE ACCESO A LA UNIVERSIDAD

En lace a PDF de la Univesidad Carlos lll de Madrid:

Modelo de examen, criterios de corrección e indicaciones para realizar la prueba. Lista de lecturas