PETRARCA
selección de poemas Canzoniere
- CXVIII
Queda detrás el año dieciséis
de mis suspiros, y adelante sigo
hacia el final, creyendo que hace
poco
estuviese al principio de mis
penas.
Lo amargo es dulce, y útil es mi
daño,
y cansado el vivir; mas le
suplico
que venza a mi Infortunio, y temo
que antes
Muerte cierre los ojos que yo
elogio.
Estoy aquí, y estarlo no
quisiera;
y más querer querría, y más no
quiero;
y hago por no poder cuanto yo
puedo
y de viejos deseos nuevos llantos
dan prueba de que soy el que
solía,
y que por mil revueltas no he
cambiado.
2 2. Soneto
CXXXIII
Amor m'à posto come segno a
strale,
come al sol neve, come cera al foco, et come nebbia al vento; et son già roco, donna, mercé chiamando, et voi non cale. Dagli occhi vostri uscío 'l colpo mortale, contra cui non mi val tempo né loco; da voi sola procede, et parvi un gioco, il sole e 'l foco e 'l vento ond'io son tale. I pensier' son saette, e 'l viso un sole, e 'l desir foco: e 'nseme con quest'arme mi punge Amor, m'abbaglia et mi distrugge; et l'angelico canto et le parole, col dolce spirto ond'io non posso aitarme, son l'aura inanzi a cui mia vita fugge. |
Amor me ha puesto
como blanco a flecha,
como al sol nieve, como cera al fuego, y como niebla al viento; y ya estoy ronco de pediros piedad, sin que os importe. Salió el golpe mortal de vuestros ojos, contra el que nada vale tiempo o sitio; parece un juego, mas de vos proceden el fuego, el sol y el viento en que me encuentro. El pensamiento es flecha, sol el rostro, fuego el deseo; así con estas armas me hiere Amor, me ciega y me deshace; y el canto angelical y las palabras, y el dulce aliento donde no me salvo son el aura y ante ella huye mi vida. |
3. Soneto
CXXXIV
Pace non trovo, et non ò da far guerra;
e temo, et spero; et ardo, et son un ghiaccio; et volo sopra 'l celo, et giaccio in terra; et nulla stringo, et tutto 'l mondo abbraccio. Tal m'à in pregion, che non m'apre né serra, né per suo me riten né scioglie il laccio; et non m'ancide Amore, et non mi sferra, né mi vuol vivo, né mi trae d'impaccio. Veggio senza occhi, et non ò lingua et grido; et bramo di perir, et cheggio aita; et ò in odio me stesso, et amo altrui. Pascomi di dolor, piangendo rido; egualmente mi spiace morte et vita: in questo stato son, donna, per voi. |
No encuentro
paz, y combatir no puedo;
y espero, y temo; y ardo, y hielo soy; y vuelo sobre el cielo, y yazgo en tierra; y todo el mundo abrazo, y nada aprieto. Alguien me tiene preso, y no me abre, ni cierra, ni me deja, ni retiene; y no me mata Amor, y no me libra, y ni me quiere vivo, ni molesta. Sin ojos veo, y sin lengua grito; y ansío perecer, y pido ayuda; y a mí mismo me odio, y amo a otro. Nútrome de dolor, llorando río; tanto morir como vivir me hastía: por vos, señora, en tal estado estoy. |
Compara con este soneto de Petrarca con el de Lope de Vega
Desmayarse, atreverse, estar
furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso:
no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;
huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor suave,
olvidar el provecho, amar el daño;
creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño:
esto es amor; quien lo probó lo sabe.
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso:
no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;
huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor suave,
olvidar el provecho, amar el daño;
creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño:
esto es amor; quien lo probó lo sabe.
- CL
¿Qué haces, alma?, ¿qué piensas?,
¿estaremos
en paz, en tregua, o en perpetua
guerra?
No sé lo que ha de ser; pero
presiento
que el mal nuestro a sus ojos no
les gusta.
¿Y qué, pues, si nos vuelve con
sus ojos
hielo en verano, y fuego en el
invierno?
Ella no, sino aquel que los
gobierna.
¿Y qué a nosotros, si lo ve y se
calla?
Calla la lengua a veces, y en voz
alta
se queja el corazón, que no
parece
llorar donde los otros no lo
vean.
Mas con todo la mente no se
aquieta,
rompiendo el duelo que se
encierra en ella,
que no cree en la esperanza el
desgraciado.
- CLXIV
Ahora que callan cielo, tierra y
vientos,
y reposan los pájaros y fieras,
y en su carro estrellado va la
noche,
y en su lecho sin ondas el mar
yace,
velo, pienso, ardo, lloro y quien
me hiere
delante siempre va para mi daño;
en guerra estoy, con ira y dolor
dentro,
y solo encuentro paz pensando en
ella.
Y solo de una fuente viva y clara
mana lo amargo y dulce que me
nutre,
y una mano me sana y me lastima;
y ya por que mi mal no se
termine,
mil y mil veces muero y nazco al
día,
tanto de mi salud me encuentro
lejos.
- CCC
¡Cuánta
envidia te tengo, tierra avara,
cubriendo a aquella que mirar no
puedo,
y quitándome el aire de su rostro
donde hallaron la paz todas mis
guerras!
¡Cuánta le tengo al cielo que
recluye
y tan ávidamente ha recogido
el espíritu libre de los
miembros,
cuando abierto está apenas a los
otros!
¡Cuánta envidia a las almas que
ahora tienen
la suerte de su santa compañía
que con tantos anhelos he
buscado!
¡Cuánta a la despiadada y dura
Muerte,
que, apagando mi vida con
aquella,
está en sus bellos ojos sin
llamarme!